jueves, 3 de septiembre de 2015
¡Lectores de la biblioteca! Hoy les tengo otra reseña de esta temporada que al principio creí que no iba a ser tan buena. Me equivoque, y hoy voy s hablarles de una serie tan bien hecha que inmediatamente paso a formar parte de mi grupo de series favoritas. Misterio, detectives, crimines e intriga. Un plato gourmet que no pueden perderse. Comentemos.
Partiendo de modo general, me encantaron los primeros episodios porque cumplen el cometido necesario de cualquier obra de interesar, intrigar y comprometer al espectador con el desarrollo de la trama. Game of Laplace comienza con un brutal asesinato, un protagonista novedoso y querible, y la promesa de casos dignos de Shinichi Kudo.
Por ejemplo, el uso de sombras grises para resaltar el aislamiento de la protagonista con el resto de los personajes o el modo cómico gore que utilizaron para la autopsia fueron notablemente geniales.
Hasta ahora sólo pueden hablar cosas buenas de esta serie. Su opening, su animación, su música, sus escenarios, sus cuadros, su montaje. Por las escocesas barbas de Sir Conan Doble, esta serie ya se convirtió en mi favorita de la temporada. Voy en el segundo capituló mientras escribo este párrafo y ya quede metodismo con el segundo caso que esta mucho mejor que el primero -que ya fue bastante bueno y tuvo la presión clásica de que el detective fuese el principal sospechoso de asesinato-.
Les digo enserio que hace tiempo que no me ocurría que no podía parar de ver una serie. De un tirón llegue a ver los cinco capítulos que había descargado. Cada episodio me intriga de comienzo a fin, el manejo de atmósfera y el transcurso de las investigaciones son impecables. No quiero revelarles nada de ningún misterios, pero cada vez son mejores, además, cada uno de los criminales dan como para hacer una serie -bueno con el primero no tanto, pero no porque haya sido flojito-.
Cabe agregar que los crímenes son muy distintos uno de otros, al igual que el motivo que impulsa uno de otro. De hecho, uno compatibiliza con criminales como Shadow-man y Twenty faces, lo que los convierte en personajes muy completos y fascinantes.
La única crítica que puedo hacerle es que como no aparecen sospechosos claros en ninguno de los casos, no hay modo de que el espectador descubra la verdad por sí mismo -cosa que si ocurre en Shinichi Kudo-. Pero, realmente no importa porque tampoco la serie pretende enfocarse en la solución de los casos, sino que en contar y desarrollar una gran historia. De hecho, en cada uno de los casos ha sido más interesante conocer las motivaciones de los criminales que el modo como fueron atrapados.
Otra crítica posible es creer que el detective jefe se parece a L de Death Note, en particular porque pasa todo el día ingiriendo pastillas -¿se acuerdan la adicción al azúcar de L?-, pero es una opinión que no tiene pies ni cabeza porque son personajes arquetipicamente distintos, como descubrirán a medida que ven la serie.
Concluyendo, esta serie merece un 10/10 con sólo ver los primeros cinco episodios. No les cambiaría nada, incluso, sentí tras verlos que me di un festín de buen anime. Es por series como esta y la esperanza de toparme con ellas que desperdicio mi valioso tiempo que podría utilizar en libros -adoro leer-. Si les gustan las historias de misterio l con altas cargas dramáticas, no pueden perderse ésta serie. Se las recomiendo, y oficialmente es mi serie favorita de esta temporada.
Pd 1.Recuerden que nuestro comic del mes es El Monstruo Merken. Pasen a leer la reseña especial, aquí.
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The world can burn to ashes without my concern.-IF.
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