sábado, 25 de abril de 2015
Ya tengo una idea clara de esta
temporada, sin embargo escribiré un par de reseñas basadas exclusivamente en el
primer episodio para que puedan decidir inmediatamente: veo o no veo esta
serie. Pasen a mi biblioteca y comentemos esta obra, que promete su autora, ser
tan magnifica como lo fue Full Metal Alchemist.
Vamos directo al grano de esta
nota. ¿Deberían dejar de leer esta mugre de blog para correr inmediatamente a
descargar The Heroic Legend of Arslan
(en adelante, Arslan)? La respuesta es ¡YES!, pero sigan leyendo si quieren
saber por qué –y de paso me suben las visitas del blog, ¡yei! Fair enough-.
Partamos con lo más básico,
Arslan es…¡De la misma autora que Full Metal Alchemist! Para muchos basta con
esto, sin embargo no es suficiente para otros, como yo. Partiendo porque la
autora también creó un manga sobre un granjero que detesté, llamado Silver
Spoon y es tan aburrido como sacar la basura o lavar el auto –no es broma, son
misiones del juego. Nunca entenderé a la gente que le gusta-.
Entonces, ¿Qué
razón tengo para creer que Arslan puede ser tan bueno como FMA? Una razón muy
importante que es la profundidad del mundo.
Hace unos meses, me referí a un
problema muy común en los animes de fantasía medieval o épica, que consistía en
la simpleza ABERRANTE del trasfondo del mundo. Y, probablemente, nunca han
tomado cuenta de lo esencial que es. Precisamente, es uno de los puntos o bases
más fuertes de FMA y de Arslan, por lo que pude notar.
Piensen de este modo: El género
de fantasía se distingue de una narración realista porque su historia acontece en un mundo
nuevo y distinto del real. Muchos autores creen, muy mediocremente, que esto
significa un comodín para descuidar la construcción y coherencia de este mundo
en que acontece la acción, agregando que es parte de su libertad de autor. ¡NO
PODRÍAN ESTAR MÁS EQUIVOCADOS! Construir un mundo nuevo conlleva una gran
responsabilidad, Peter Parker, porque es responsabilidad del autor de darle verosimilitud a
su creación. Y ojo, que la verosimilitud o credibilidad es distinto al
realismo. Un autor es libre de crear lo que quiera, pero su creación debe ser
capaz de mantenerse en pie sin caerse por pedazos.
Probaré mi punto con lo
siguiente, las mejores obras del género de fantasía o por lo menos las más
importantes son: The Lord of the Rings,
Harry Potter, Game of Thrones, Discworld, entre otras. ¿Y qué tiene en
común con Full Metal Alchemist y Arslan? Todas tienen un mundo
coherente, sumamente complejo y creíble. Tanto así, que cuando los fanáticos
terminan las obras principales, queda por leer la infinita lista de obras
oficiales y no oficiales que transcurren en el mismo universo.
Meditenlo un momento, ¿Qué podría
ser más fácil que inventar una trama sobre un alquimista estatal que transcurra
paralela a la de los hermanos Elrick? Es tan fácil como inventarse un
estudiante de Hogwarts que trata ganarle a Harry Potter en el Quidditch. Ocurre
que los respectivos autores hicieron tan buen trabajo como arquitectos del
universo de sus libros, que para el resto de los lectores se hace sumamente
fácil –y atrayente- imaginar otras historias transcurriendo en dicho universo.
Es decir, el universo transciende a la trama principal, y eso es fascinante en
mi opinión.
Felizmente puedo decirles que
Arslan cumplió con este importantísimo requisito en varios aspectos
(tranquilos, esto no es spoiler): Tenemos un reino con muchos elementos que me
recordaron a la mitología sumeria, específicamente a la fábula de Gilgamesh.
Parte importante de los acontecimientos del primer capítulo ocurrieron en la
capital del reino de Pars.
La ciudad brilla por su
complejidad, digna de una urbe que sirve de capital de un reino. Más allá de
los muros que guarnecen los jardines palaciales habitados por doncellas
vírgenes vestidas con lujo y riqueza –nada especial, hasta el guionista de una
película porno puede imaginarse esa parte de la ciudad-, vemos la energía y el
florecimiento del comercio y la vida social, en atochadas calles dignas de las
mil y una noches. Incluso, tenemos hábiles pinceladas sobre su estructura
económica y política.
Algo que particularmente me gusto
fue que Pars está lejos de ser un reino idílico.
Aunque sea rico, quedo claro
que su economía se sustenta sobre un feroz sistema de esclavos capturados en la
guerra. De hecho, la nación enemiga de la trama principal parece ser mucho más
noble que Pars, ya que son fanáticos de una religión que cree en la igualdad.
Ahondar en los motivos del enemigo es un lujo que pocos autores nos entregan,
siempre se agradece.
También me gusto que las relaciones
familiares del príncipe Arslan sean tan complicadas. No quiero herirlos, pero
el Rey León le hizo mucho daño a
nuestra generación de escritores. Casi todos los reyes que siguieron a Mufasa
son justos, rectos, honorables, buenos
padres, van a misa todos los domingos, etc., bla bla…¡ABURRIDO! No digo que los tiranos
prendan una historia como una botella de jaggerbomb en una fiesta, pero ayuda.
Obviamente, el poder afecta y corrompe la vida de los gobernantes.
En conclusión, no puedo
asegurarles que la trama de Arslan sea una epopeya digna de Gilgamesh, pero al
menos puedo decirles que hay un fantástico trabajo de construcción de mundo, y
para mí, esa es la base ESENCIAL de una historia ambientada en un mundo de
fantasía.
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The world can burn to ashes without my concern.-IF.
Entradas
Muy buena Reseña, Concuerdo contigo en lo que has dicho, siempre digo, que una buena ambientación (ya sea de Época, Post-Apocalíptico, Etc.), es un punto Esencial para todo Anime, pues si el tema principal del Anime, no va en conjunto de Su ambientación, la obra tiende a perder mucho, y no puede explotar, ese elemento, quedando en el Olvido, por otra parte no soy de ver este tipo de Animes, aunque ya he visto muy buenas criticas de el, incluyendo la tuya, así que en cuanto pueda la vere (creo cuando termine).
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