viernes, 6 de noviembre de 2015
Buenos días, otakunautas. Con mucho retraso voy a hablar de como fue mi experiencia con la serie Subete ga F ni Naru. Comencemos.
Lo que pude entender
de la trama de los primeros episodios fue que los personajes principales son un
profesor de psicología y su ayudante, ambos obsesionados con la enigmante y
brillante personalidad de otra psicólogo cuya fama de genio es opacada por el brutal
asesinato que cometió constra su familia. La historia comienza cuando la
ayudante consigue por conexiones personales una entrevista con la susodicha científica
y, luego, se proponen a hacerle una visita al centro de investigaciones encabezado
por ella.
Una propuesta muy
arriesgada, es lo primero que concluí al ver esta serie, de hecho, no me sorprendió
cuando vi que no figuraba en los primeros lugares del ranking oficial de series
japonesas de la temporada. Sin embargo, distinta. Se nota en los guiones, tanto
en la profundidad de ellos como en los silencios que están muy bien hechos,
como ocurre en Ghost in the Shell.
Son reales, naturales
y, por sobre todo, perfectos para crear una atmósfera y dotar a cada personaje
de humanidad. Generalmente, me fijo mucho en los diálogos de cada personaje y
uno de los mayores problemas es que simplifican tanto la personalidad de los personajes
que estos son unidireccionales, no intiman ni interactúan entre ellos como si
tuviesen una relación o historia. Siempre son burdos instrumentos de una trama,
en vez de ser agentes en ellas como ocurre fuera de la ficción .
¿Conocen el mítico diálogo
del cuarto de libra con queso de pulp fiction? Si no la han visto, por favor, véanla
porque va a enriquecer su gusto por el anime y las series en general. En medio
de una misión, los protagonistas, ¿se ponen a hablar sobre la misión? Por
supuesto que no, piensen que son sicarios, y cobrarle a una banda de imbéciles
es parte de su rutina diaria. Es ilógico e innatural que siempre hablen de negocios
y esa es la virtud de haber metido un diálogo tan natural e intrascendente entre
dos de los protagonistas. Nos ayuda a verlos como humanos.
Narrativamente se ve
interesante, aunque no tanto como Ranpo Kittan y otras series. La animación es
muy limpia y noto un buen diseño de espacios y personajes.
Concluyendo, si te
gustan obras más fuertes y elaboradas como Death Note, te recomiendo que
pruebes con esta serie. Pero si eres de lo que necesitan más acción y movimiento,
mejor que pases de ésta. Básicamente, la serie gira entorno a un asesinato que
ocurre a puertas cerradas, clásico escenario de Shinichi Kudo, por lo que si te
gusta la novela negra y lo cuentos policiales, ésta también es una serie para ti.
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The world can burn to ashes without my concern.-IF.
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